martes, 18 de diciembre de 2007

Alguien que siempre estuvo ahí...
esperando a que yo tuviera un momento para contarle como estoy,
que escribía poesías suspendidas en el tiempo,
que se conformaba con escuchar mi voz en el teléfono...

Valió la espera,
valió la pena la tristeza,
Por que es un experto en curar el dolor.

...

Te hablo desde la certeza...
Mi cuerpo intuye tus pasos
y ya no tengo miedo.