jueves, 24 de mayo de 2007

En homenaje al querido señor T


El señor T entra al cuarto con un paso aletargado,

una sonrisa tímida y una mirada que se cruza con otros ojos y penetra,

intimida y da ternura, todo al mismo tiempo.

El señor T posee un corazón noble, resucitado entre batallas,

un poco triste y carente de palabras.

Ha pasado por mi vida, llevando un equipaje algo vacío,

pero su voz... su voz llenaba los huecos mas inhabitado de la almohada.

La incertidumbre nunca le ha pesado

y a veces prefiere partirse en dos y no llorar.

He sido musa para su ternura,

un pecado para su alma

y un intento fallido de esperanza.

y yo... que pierdo el control cuando crecen las distancias

lo he visto alejarse con una sonrisa

como diciendo "hasta mañana"

y me tranquilizó saber que un sábado cualquiera

me estará esperando de nuevo en su cama.






1 comentario:

botas de agua dijo...

Si el señor T supiera... nunca se hubiera levantado de ella.