jueves, 17 de enero de 2008

Y juro que no se cual fue el momento justo en que me di cuenta que ya no podía seguir viviendo esta farsa...
Aunque aún los días me lleven por ese vertiginoso ritmo que no se puede controlar, que arrastra y se lleva el calendario como hojas secas en otoño...

Si volvieras... yo no se que haría si volvieras.

Tiene sed de tu calma mi costado mas humano y vulnerable.
Mis siestas sin ti... han quedado en las ruinas,
Y debo acostumbrarme a seguir sin mi cintura entre tus manos.

15 comentarios:

Sombras en el corazón dijo...

Difícil desprenderse de las emociones y los recuerdos con significado... y que además duelen.
Muy bonito :0)

Anónimo dijo...

Los caminos…los ríos…la geografía de la vida esta llena de vueltas, de meandros, de verbos que hablan en susurros de comenzar-continuar-renacer-resurgir…nada esta del todo decidido, pero caminar es algo que no nos podemos negar porque la vida es nuestro equipaje más valioso.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

no es que sea malvado.. pero..

WWooWWw!!! que grito de desesperación... siiii.. así es como me gustan los poemas...

un abrazote
hannibal

Anónimo dijo...

se reconocer un poema que fue escrito desde las entrañas..

Anónimo dijo...

Es que la siesta con aquel a quien amas es el momento más caluroso y dulce del día...

Que gusto, que placer dormir a su lado...

el nombre... dijo...

Justamente a vos, que te gustará tanto que te hagan esas cosquillas en la siesta, Mel!
Bueno, a veces, si llega ese momento indeterminado pero cierto, categórico, es mejor dormir sola, tomándote vos misma de la cintura por un tiempo....

Las horas, pasan vertiginosas, y te entiendo: yo también me pierdo en minutos... que no pasan nunca o que vuelan como halcones.

El tiempo de la soledad es canalla.
Pero a veces, el mejor, por un tiempo.

Anónimo dijo...

pero hay más, siempre hay más, hay más, y en todo hay


amor

:)

Borrego dijo...

Háblale

Quizá vuelvas a tenerlo ahí contigo.

AnaR dijo...

Ir asumiendo,ya es un principio...nuevo.

Un abrazo

doble_r dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
doble_r dijo...

- Me destroza. Su boca me llena de alfileres y cuchillos, sus ojos y sus manos me acarician. Salgo por la puerta misma de las mil últimas veces y me pido un respiro, un tiempo, sabiendo que volveré mañana y al otro, a por mi ración de alfileres y caricias, en una historia repetida tantas veces y tan lamentables que ya no sé si soy Juan, Clara, Esther, Pedro, Miguel, Oscar, Petra, raúl, o si esto es Huesca, zaragoza, Madrid, Santiago, Ljubljana, Paris, Estocolmo o Granada. Como la polilla a la luz de la hoguera, ciega, estúpida, patética... -
el fuego que tanto nos atrae... y a veces tanto nos quema...

un abrazo

raúl

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Sin tu cintura entre mis manos tendré que escribir poemas para entender que que cometí el peor de mis errores.

Besos para tu alma.

Borrego dijo...

Oye, Mel, te desapareces.

Sol dijo...

wow...tus palabras, me fascinan tus palabras.

doble_r dijo...

¿por qué siento que tus palabras salen de mi boca..?

raúl