miércoles, 8 de agosto de 2007

Martes. La tarde me ahoga. Empiezo a buscar alguna salida.
Llamo a Claudia, no está.
Suena el teléfono, es ella. Pido algo de auxilio... y ella me lo pide a mi también.
Caminamos hasta un bar, aquel que nos contiene frecuentemente cuando necesitamos hablar, simplemente.
Entre palabras que iban y venian,
la voz a veces se quebraba de angustias.
Claudia saca un libro de Maria Elena Cruz Varela y lee:

La trampa

No obstante sólo puedo alegar a mi favor que a veces cedo.
Caigo en minúsculas trampas que nos arma la vida.
En trampas como jaulas para cazar gorriones.
Que algunos días. ¡Oh, días específicos!
Al abrir el balcón. Al asomarme y ver
con todos los sentidos. Y oír con todos los sentidos.
Y oler con todos los sentidos. Soy un terco violín en evidencia.
A veces - excusa delirante- la vida se me vira como
un juego de cartas mostrándome los triunfos.
Me enamora con labios nuevecitos.
Me apremia. Imprescindible. Un cuarto moviemiento:
novena sonfonía de Ludwing van Beethoven.
Como una credencial. Un aquí está mi mano.
Mis millones de manos.
La piel se me estremece de piedad infinita:
El hombre mata. Muere. Miente. Roba. Claudica
de espaldas a esa música en su afán voraz de permanencia.
Confunde libertad con desplazarse.
El hombre duerme armado contra los otros hombres
y contra el hombrecito que habita los rincones
más claros de su pecho.
A pesar de esa música. A pesar del balcón.
Del sol que estreno. A pesar de esa Oda feroz de la Alegría.
De la limpia mañana
que niega los despojos de la cena de ayer.
No obstante, digo. La vida hoy se presenta como un traje.
Y sé que es una trampa . Pero cedo. Y me dejo embriagar
y acepto cualquier tregua. Y soy una espiral.
Un balancín. Un coro. Por que sucede a veces
que al abrir el balcón. Al asomarme y ver.
Y oír. Y oler. Con todos los sentidos.
La vida me ha sacado barajas de la manga.
No obstante, sólo puedo alegar a mi favor:
Es una trampa. Y me dejo caer.


Al terminar... de pronto aparecen los colores y la música.
El alma volvió al cuerpo.
Ahí estaba yo, diciendo aquello que tantas palabras no podían terminar de decir.



( Poema de la trampa, también quiero dedicárselo a Nombre, ayer leí tu blog, quede conmovida, tanto que no pude dejar comentarios, pero lo haré pronto. besos mi pequeña)

10 comentarios:

Unknown dijo...

VENGO DE NOMBRE, ME OCURRIÓ LO MISMO QUE A VOS, ME IMPACTÓ SU RELATO.


SI,
CEDER AUNQUE SEPAMOS QUE ES UNA TRAMPA.

A VECES ES LA ÚNICA FORMA DE TRASPASAR LA TRANQUERA DE LA ASFIXIA QUE NOS AHOGA.

MIS SALUDOS MEL


ADAL

el nombre... dijo...

mel: YO NO PUEDO CREER QUE ME HAYAS DEDICADO ESTOOOOOOOOOOOOOOOO

ahora soy yo la que no puede escribir(te).

es una caricia, como la que me dejaste en el comment.

después vuelvo!!!!!


por ahora, suspiro y te mando un beso GI-GAN-TE.

Anna Bahena dijo...

Soy un terco violin en evidencia, dentro de las cuerdas suspiran las notas solitarias de la espiral del Alma... y alli revuelcan las horas su evidente manuscrito de silencio y memoria...

es bellisimo mel..

Anna.

el nombre... dijo...

volví.
estoy tan emocionada, que tuve que recuperarme para volver.
cada renglón es n poema en sí mismo, están las palabras ajustadas a los distintos sentidos...
ese hombrecito....

creo que lo único que nos "salva" es seguir nuestro deseo, ése que se apoya en las vísceras y en el corazón.
que no se detiene ni para por mal tiempo.
con él, podemos construir una historia y re-construirla también.

bueno, sólo quiero que sepas mi absoluto agradecimiento.


un beso.

mel dijo...

Adal:
Que bueno tenerte por aqui! muchas gracias por tu visita y bienvenido.


Anna: tu verso resume todo el poema.

Nombre: la emoción es todo aquellos que nos manda la información de que seguimos vivos.
que te salven los desos... las fantasías... pero que no caigas nunca. y si ello sucediera... la vida siempre saca barajas de la manga.
besos y abrazos
( he pensado seriamente en hacer lo mismo... y poder contar toda mi historia... ya veré si me animo)

AnaR dijo...

Dejarse atrapar en esa trampa es como sucumbír a la vida, con todos sus matices.Y eso puede merecer la pena...casi siempre.

Un abrazo

Borrego dijo...

Hola Mel, solo pasé a decir Hola

mel dijo...

Ana r: dejarse atrapar a veces resulta inevitable, pero estoy de acuerdo... vale la pena... casi siempre.

Borrego: me sacaste una sonrrisa con tu coment. Gracias por pasar y saludar... siempre bienvenido.

*AntagoniSta* dijo...

Sin palabras...

Nada más elocuente que mi silencio.


Maravillosas letras. Besos.

botas de agua dijo...

as usually, siempre tan tierna, brillas entre tus letras... besos a ti, mel